Conclusión

Al investigar y leer el caso Wirecard podemos evidenciar un claro ejemplo sobre cómo la falta de ética en la gestión corporativa y las amenazas en la auditoría pueden tener consecuencias catastróficas en una organización y en sus stakeholders. La manipulación de información financiera por parte de los altos ejecutivos y la falsificación de documentos para ocultar fraudes o transacciones ilegales, resultaron en la quiebra de la Wirecard, haciendo así que esta perdiera casi todo su valor en la bolsa y dejó deudas millonarias. Esto evidencia las graves violaciones a los principios de integridad, objetividad y transparencia, fundamentales para la confianza en las organizaciones, principios de los cuales el Código de Ética del IESBA, nos detalla y por lo cual cobran una relevancia mayor en el mercado actual .

La independencia de la firma de auditoría EY pudo verse comprometida, lo cual pudo generar una disminución en su objetividad para la emisión de sus informes. La relación cercana entre los auditores y directivos de Wirecard, junto a las amenazas de interés propio, familiaridad e intimidación, dificultan en gran medida la detección de irregularidades, lo que va en contravía de las normas éticas que le exigen a los auditores, realizar un trabajo riguroso e imparcial. Aunque hubo intervención de otra firma auditora como KPMG, esta intervención fue realizada posterior a la realización transacciones e información fraudulente por lo que no fue suficiente para prevenir el fraude, lo que deja ver la importancia de fortalecer las salvaguardas en la práctica auditoría.

En conclusión podemos resaltar que es de vital importancia inculcar y fortalecer los principios éticos en todos los niveles de una organización. La transparencia, la independencia, objetividad y la honestidad son esenciales para mantener la confianza en los distintos sectores de la economía. Es necesario implementar y robustecer las medidas de control para que estas sean aún más estrictas, y suplan adecuadamente la mitigación de los riesgos que atacan a una compañía. Las medidas que pudiesen implementar o fortalecer los auditores contemplan medidas como la rotación de auditores y la diversificación de clientes, para evitar conflictos de interés y garantizar la objetividad en sus trabajos.